Todos sabemos que la sociedad avanza y se transforma con el tiempo, y con ella la visión y perspectiva de las personas que la conforman. Cómo no, esto también incluye las relaciones en pareja. Cada día son más los que deciden dar el paso, sienten que la monogamia no les llena y se plantean seriamente las ventajas que les da ser una pareja liberal.
Puede que hoy en día, especialmente entre los más jóvenes, sea algo que se da con relativa frecuencia, pero lo cierto es que es algo que hace varias décadas hubiese sido prácticamente impensable siquiera.
Si bien es cierto que la pareja monogámica ha sido la forma de relación más tradicional, las parejas liberales son cada vez más comunes, sin importar la edad.
¿Qué ventajas tiene ser pareja liberal? Empecemos a enumerar las ventajas del asunto en cuestión.
Ventajas de convertirte en pareja liberal
Según cuentan algunas parejas liberales, disfrutar del sexo de forma plena es una de ellas: El sexo visto como una actividad más enfocada al placer y al disfrute, quitándole gran parte del amor romántico como carga supone una gran liberación.
Aunque pueda sonarle extraño a los profanos de esta materia, el acto sexual en sí mismo compartido con otras personas dentro de una relación se convierte en un factor que ayuda a mejorar a la estabilidad de la pareja.
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Esto, por supuesto, se consigue con un cambio en el punto de vista: el sexo libre se debe dejar de ver como algo egoísta y propenso a crear celos y malestar, convirtiéndolo en un punto positivo en la relación.
Debemos ser conscientes de que, antes de comenzar una relación liberal, debemos abrir nuestra mente. El amor libre, bien llevado, es una práctica estupenda que nos permite expandir nuestros horizontes, tanto sexualmente como emocionalmente hablando.
Una relación liberal donde ambas personas se explican lo que ocurre, sin malos entendidos o mentiras, nos ayuda a vivir lo que cada miembro necesita, tanto en el plano sexual como en el afectivo, manteniendo todos los beneficios de una pareja estable.
Algo fundamental es que esta sea una decisión consensuada, y se decida cuando sintamos que estamos preparados para ello. De lo contrario, nuestra relación se podría ver gravemente afectada, lo que podría incluso desembocar en una ruptura.
Una vez tienes claro que quieres dar el paso, solo te queda proponérselo a tu pareja, abrirte, explicarle tus sentimientos y sensaciopnes y, en defintiva, dejar que todo fluya. ¡Que viva el amor libre!