Existe en España un refrán muy elocuente que dice «Donde tengas la olla no metas la polla», y que quiere decir que es mejor no mezclar los asuntos sexuales con los laborales. Pero claro, en muchas ocasiones esto es más fácil de decir que de cumplir.
Porque lo que este refrán no tiene en cuenta (o sí) son las variables que se dan en los ambientes de trabajo: muchas horas de convivencia, el roce diario, la empatía entre compañeros… todo esto va fermentando en una olla a presión a la que la mayoría de las personas se resisten por evitar rumores, por que muchas empresas tienen políticas de cero intimidad o porque en casa les espera su pareja.
Pero cuando esta presión se acumula, puede reventar bajo las condiciones adecuadas. Y una condición ideal se da en las cenas de Navidad de las empresas. En ellas nos encontramos un abuso explosivo de alcohol y una percepción imprudente de que nadie se va a dar cuenta de nada porque todo el mundo va igual de borracho.
¿Pero hasta dónde llega el alcance de todo esto? Según un estudio realizado por el portal de empleo Infojobs, un 31% de los trabajadores españoles confiesa haber mantenido una relación con una persona de su entorno laboral.
Pero el portal de citas extramatrimoniales Ashley Madison va más lejos todavía. Dice que el 22% admite que ha sido infiel a su pareja con alguien de la oficina durante una fiesta de Navidad. Y que hasta un 50% quiere «tema» con alguien de su oficina.
En fin, no sabemos en qué parte de estas estadísticas te encuentras tú, pero si en tu empresa todavía no habéis celebrado vuestra cena de Navidad, ten en cuenta toda esta información para decidir responsablemente si prefieres beber o no. ¡Feliz Navidad!