Llega el verano y con el las vacaciones, la desconexión, las escapadas… Y por qué no decirlo, también es un buen momento para desconectar de la rutina, salir de la monotonía y probar cosas nuevas -o no tan nuevas-.
El caso es que, muchos de nosotros, queremos seguir viviendo nuestra sexualidad a tope allá donde vamos, por eso, aunque nadie lo diga, llevarse juguetes eróticos de viaje está a la orden del día.
¿Qué puede salir mal? Llevarte tu kit de placer parece un plan sin fisuras, pero la realidad es bien distinta: depende de a donde vayas, tu VIbraLush te puede hacer pasar un rato desagradable. Si tu idea es cruzar las fronteras de nuestro país, es recomendable que eches un vistazo a la legislación vigente de tu lugar de destino.
Elementos relacionados con el BDSM
Llevarte unas inocentes esposas para jugar con tu pareja puede hacerte pasar un momento delicado en el aeropuerto, ya que se encuentran en el ‘top 10’ de objetos requisados. Por desgracia, no son los únicos objetos que debemos evitar meter en la maleta para ir a ciertos destinos.
En la gran mayoría de países las prácticas relacionadas con la sumisión consentidas no están condenadas, pero algunos de ellos tienen leyes un tanto estricas al respecto: por ejemplo en Suiza, donde la tenencia de ‘objetos que representan actos sexuales con contenido violento’ está penada.
Alemania es otro lugar donde los ‘actos violentos que violan la buena moral’ están regulados, por lo que es importante echar un vistazo a qué nos llevamos y qué no antes de embarcar en el vuelo, para evitar tener un momento incómodo en la aduana.
Lubricantes, aceites, geles…
Los lubricantes y aceites tienen consistencia líquida, y por ende, están sometidas a las normas que el resto de líquidos que portamos con nostoros en la maleta. Debemos proteger adecuadamente los botes para evitar posibles fugas, y en caso de decidir llevarlo en el equipaje de mano, no sobrepasar los 100ml.
Si no queremos renunciar a ello podemos hacer uso de los productos monodosis que pueden ayudarnos a evitar miradas indiscretas y accidentes, pensados específicamente para cuando salimos de viaje.
Juguetes eróticos
Proteger los juguetes eróticos en su funda o estuche es la mejor opción que tenemos para evitar que se dañen. La mayoría de estos tienen un embalaje original pensado para evitar roturas accidentales. Si llevarlo en su caja original no está entre tus opciones, puedes envolverlo en ropa mullida para protegerlo.
Es muy recomendable llevar los vibradores sin pilas o descargados por completo. De esta manera te evitarás situaciones incómodas; de lo contrario podría accionarse por accidente en mitad de un vuelo, algo que puede hacerte pasar un mal rato.
Revisa la legislación de tu destino
Ciertos países tienen problemas con los juguetes sexuales. En Vietnam, por ejemplo, te confiscarán cualquier tipo de juguete sexual en la aduana, y te lo devolverán a tu regreso.
Asimismo, aunque no son destinos muy frecuentes, debemos recordar que destinos como China, Cuba, Indonesia, Malasia o Singapur tienen restricciones al respecto, así como ciertos países africanos y árabes: procura indagar qué está prohibido y qué no antes de hacer la maleta.
Ahora ya lo sabes; los juguetes eróticos están pensados para darte placer, pero una vez los sacas de casa, también te pueden hacer pasar un mal rato, siempre y cuando no tengas en cuenta la normativa vigente en tu destino. Una vez sepas qué llevarte y qué no, solamente te queda disfrutar del verano… Como más te apetezca.