Para las distintas agencias espaciales, el sexo en sus estaciones es un tema tabú. Pero a medida que las misiones se hacen más largas y frecuentes, urge dar solución a una serie de problemas que plantea esta necesidad para las tripulaciones.
Estos problemas son tres: 1) La falta de gravedad dificulta la fricción entre los cuerpos y convierte el sexo en un ejercicio engorroso para el que no estamos diseñados. 2) La falta de privacidad en un espacio tan reducido y silencioso. 3) La recogida de fluidos corporales en gravedad cero.
La exploración espacial parece que por fin está dispuesta a gastarse todos los millones que hagan falta en solucionar estos asuntos. Una empresa japonesa para adultos se propone investigar el funcionamiento de los juguetes sexuales en la ingravidez de los vuelos espaciales.
El proyecto se llama Tenga Rocket y es una colaboración entre la empresa de juguetes sexuales masculinos Tenga y la compañía civil de vuelos espaciales japonesa Interstellar Technologies Inc.
El experimento despegará este mes de agosto del puerto espacial de Hokkaido en el norte de Japón. A bordo se encontrará el dispositivo TENGA Cup, diseñado específicamente para este vuelo.
Tenga quiere ser el primer fabricante de juguetes sexuales diseñados específicamente para su uso en el espacio. El dispositivo estará equipado con una instalación de vacío que recoja el lubricante y el esperma para evitar que queden flotando en el entorno de microgravedad, igual que funciona el inodoro de la Estación Espacial Internacional.
De momento no sabemos en qué va a consistir exactamente este experimento, aunque nos lo podemos imaginar. Y tampoco sabemos cuándo van a lanzar otras misiones orientadas a investigar la masturbación femenina. Suponemos y esperamos que muy pronto.