No, no es una quimera: existe y es posible conseguirlo. La mítica fuente de placer a la que tantas personas aspiran es una realidad y hoy te vamos a contar cómo conseguirlo: por supuesto, estamos hablando del squirt.
El squirt, también conocido como eyaculación femenina, ha sido un auténtico misterio para muchos durante la historia. Y no es para menos, ya que son pocas las chicas que dominan el arte de convertirse en un géiser humano. Pero la realidad es que todas las chicas pueden conseguirlo, por sorprendente que parezca.
¿Cómo puedo conseguir un conseguir un squirt?
Según los estudios del director del IASP (Instituto Andaluz de Sexología y Psicología), Francisco Cabello, todas las mujeres eyaculan, solamente que algunas lo hacen en mayor cantidad que otras.
Por supuesto, fuera de las películas pornográficas, el mundo es muy distinto, y las mujeres no suelen segregar una enorme cantidad de líquido, sino todo lo contrario. Este líquido expulsado difícilmente pasa los 50 mililitros.
¿Y cuál es la razón por la que haya tanta diferencia en las distintas eyaculaciones de una mujer a otra? Más allá de los trucos detrás de las cámaras que se realicen en los rodajes de cine para adultos, la realidad es que depende de las glándulas uretrales. El tamaño de estas glándulas son determinantes, ya que es ahí donde el líquido eyaculatorio se va acumulando a medida que una mujer está excitada.
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Lo que marca la diferencia cuando hablamos de squirting es el músculo pubococcígeo, que se puede ejercitar mediante los llamados ejercicios de Kegel (en este artículo hablamos de ellos). Gracias a estos no solo tendremos una mayor sensibilidad y un mayor control del orgasmo, sino que en el momento del parto sufriremos menos dolores. Y sí, gracias a este músculo, la eyaculación femenina aparece proyectada en forma de chorro.
Mucha gente se pregunta de dónde provienen estos fluidos. Según los resultados de un equipo de investigadores de Francia, estos tienen dos origenes: las glándulas uretrales y la vejiga. Esto explica que las mujeres, en ciertas ocasiones, sientan unas fuertes ganas de orinar justo antes de llegar al orgasmo. Por supuesto eso no ocurrirá, sino que eyacularás un líquido transparente que no emite ningún tipo de olor.
Técnica para hacer squirt
Si has llegado leyendo hasta aquí es porque quieres conseguir un buen squirt, así que vamos allá. Una vez que sabemos lo que es el líquido, de dónde viene y de qué está compuesto, toca ponerse manos a la obra. ¡Consigue hacer un squirt!
1. Comienza a estimular tus genitales como más te guste. Utilizar lubricante puede facilitar esta placentera tarea, y no olvides prestar especial atención al clítoris.
2. Una vez ya estés bastante excitada, pasa a introducir los dedos en la vagina y acaricia el punto G. Esta no es otra que la cara anterior de la vagina en la parte más proximal, y permite estimular la parte interna del clítoris. Puede que al principio notes una sensación parecida a querer hacer pipí, pero si sigues estimulándolo pronto comenzarás a sentir un gran placer.
3. Sigue masturbándote de este modo, y pasa a realizar los ejercicios de Kegel mientras estás estimulándote.
4. Ve a por una toalla y procura no manchar nada. ¡Que tengas un feliz squirt!
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