Un buen masaje erótico puede llevar todo el tiempo y ser tan completo como os apetecezca. Aquí os explicamos cómo tratar cada parte del cuerpo por separado. Lo lógico es empezar por arriba y terminar por abajo, y de ahí, si hay consentimiento, pasar a los genitales. Pero podemos saltarnos cualquiera de estos pasos.
1. MASAJE EN LA CABEZA
La cabeza es de las pocas zonas en la que no es necesario que utilices ninguna loción. Tan solo concéntrate en liberar sus tensiones deslizando tus dedos desde la nariz hasta el nacimiento del cabello, recorriendo la frente ejerciendo una ligera presión. Después, vas a buscar unos bultitos que tenemos en la cabeza al lado de las orejas que son las apófisis mastoides, y vas a colocar los pulgares debajo de esos bultitos, deslizando con un poco de presión tus pulgares desde ahí hasta el centro de la cabeza. Esto trabaja la musculatura cervical que acumula muchísima tensión. Puedes aprovechar y masajear los lóbulos de las orejas y las orejas, que es una zona muy sensible.
2. MASAJE EN EL PECHO
A continuación, vas a bajar a los hombros y al pecho. Recuerda masajear desde el centro del pecho hacia fuera evitando tocar los huesos como el esternón, clavículas o costillas. Puedes masajear el pecho siguiendo su propia forma, en círculos, y hacer una ligera presión en los pezones con el dedo pulgar y el índice.
3. MASAJE EN ESPALDA
Ahora puedes tumbar boca abajo a tu pareja para masajear su espalda. Aquí puedes hacer movimientos que vayan desde la columna hacia afuera, pero sin tocarla. Masajea la zona baja de la espalda, concretamente haz movimientos circulares sobre los llamados hoyuelos de Venus o de Apolo, que son esos huequitos que surgen en la parte baja de la espalda. Un truco que funciona muy bien: sincroniza tus gestos con la respiración de tu pareja. Asciende cuando inspire, desciende cuando expire.
4. MASAJE EN LAS NALGAS
Las nalgas se masajean mejor con movimientos circulares. Puedes volver a subir hacia la espalda una y otra vez. Masajear la zona baja de la espalda es el anticipo perfecto para comenzar a estimular la zona genital.
5. MASAJE EN LAS PIERNAS
Aunque las nalgas son muy apetecibles de acariciar, las piernas pueden dar mucho juego también. La cara interna de las piernas es una zona muy sensible. Notarás que la excitación sube y tu pareja se estremece con cada caricia.
6. MASAJES EN LOS PIES
Los pies son zonas potencialmente erógenas e incluyen puntos de estimulación sexual relacionados con los órganos genitales. Por eso, un masaje en los pies relaja y produce excitación al mismo tiempo. Lo que vas a hacer es masajear con movimientos circulares la zona del metatarso, la bolita que está debajo de los dedos, y vas a bajar por el arco del pie. Después vas a presionar sin pasarte la zona del talón que, según la reflexología, está asociada con los órganos genitales.
7. MASAJE EN LOS GENITALES
Si sabes seguro que la persona consiente que el masaje termine con contacto físico con sus genitales, este es el momento de hacerlo. Terminar el masaje en los pies abriéndole ligeramente las piernas. Vamos a subir por la parte interna de las piernas y lo primero que vamos a hacer es descontracturar un poco la zona. Pon tus manos en forma de triángulo, que vaya desde el nacimiento de los labios o los testículos, hasta el pubis, haz movimientos circulares con un poco de presión. Después, sube por la línea del abdomen. Déjate llevar por la magia del momento y acaba con una buena sesión de sexo oral o lo que más os apetezca a los dos.