5 curiosidades sexuales que no veías venir (¡La tercera te dejará indiferente!)

En Estados Unidos siempre hay alguna universidad dispuesta a gastarse millones en algún estudio que dé contenido a artículos tan curiosos como este.

Voz sexy

Las mujeres pueden hacer que su voz suene más «sexy», pero los hombres no. 

En 2014 en la Universidad de Albright demostraron que las mujeres podían manipular deliberadamente sus voces para sonar más atractivas, y que les funciona. Pero cuando lo intentan los hombres, quedan fatal. 

Por lo visto, cuando las mujeres quieren sonar sexys solamente tienen que bajar el tono. Así están indicando su interés en una pareja potencial. ¿Y los hombres? Parece que cuando lo intentan suenan como cuando miras desde fuera a alguien poner morritos para un selfie. Un cringe.

Semen contra la depresión

¡Buenas noticias! Según un estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad Estatal de Nueva York, el semen puede ayudar a combatir la depresión porque contiene sustancias químicas que elevan el estado de ánimo, aumentan el afecto e inducen el sueño. Vamos, que va bien para todo. Igual lo patentamos. 

Conexión sexual

Investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles realizaron escáneres cerebrales de voluntarios mientras veían imágenes sexuales y les preguntaron sobre sus comportamientos sexuales. ¡Y qué casualidad! Resultó que aquellos cuyos cerebros estaban más activos mientras veían las imágenes sexuales eran también los que tenían más parejas sexuales. 

La conclusión de esta obviedad es otra obviedad: que la motivación sexual varía de una persona a otra. Cosa que ya sabíamos sin escanearnos el cerebro.

Los hombres también fingen orgasmos.

Pues sí, y no es algo malo. A menudo asumimos que simular el orgasmo se hace porque no se está disfrutando o porque se quiere terminar cuanto antes. Pero también puede ser parte del juego.  De ahí que los hombres también lo hagan y por las mismas razones que las mujeres.

Los beneficios de abrazarse después del sexo

Según un estudio de la Universidad de Toronto (¡cuánta autoridad da empezar un párrafo con esta fórmula!) besarse y acariciarse después del sexo es tan importante como el sexo en sí mismo. Las parejas que lo practican experimentan niveles más altos de satisfacción sexual porque cuando se tienen relaciones sexuales se libera de oxitocina, que es la típica hormona que va bien para todo. 

Por lo visto, la oxitocina se libera durante más tiempo cuanto más prolongado es el contacto piel con piel. Así que ya sabéis, nada de terminar y salir corriendo, que es algo muy feo con o sin oxitocina .

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