A todos nos gustan los masajes, y más si tienen un punto de erotismo que hagan que terminemos por la puerta grande. Hoy, en el blog de Amateur.tv te enseñaremos a dar el masaje erótico perfecto. ¿Quieres saber cómo hacerlo? ¡Sigue leyendo!
Los preparativos del masaje
No importa si quieres dar un masaje relajante que estimule las zonas erógenas o busques convertirlo en el preámbulo de una noche de sexo salvaje: los preparativos son fundamentales. Un buen masaje relaja, conecta los sentidos y nos introduce en el juego de la seducción.
El ambiente es la base de todo: una temperatura cálida pero no calurosa, adecuada para estar sin ropa sin llegar a sudar, unas velas aromáticas o inciensos con aroma a canela, coco, vainilla u otros olores que resulten afrodisíacos, sumados a un hilo musical suave, acorde con la atmósfera que estamos creando y una luz ténue serán más que suficientes para obtener un espacio íntimo y muy agradable.
Busca una zona adecuada donde realizarlo. Preferentemente en un lugar donde tu pareja pueda estar tumbada. Un sofá, la cama o una camilla son lugares idóneos para este tipo de tareas.
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La técnica del masaje erótico
Pídele a tu pareja que se quite la ropa y se recueste boca abajo. Una vez escogido el aceite o la crema que aplicarás, caliéntalo con tus manos antes de ponerlo en la piel. Extiéndelo con movimientos hacia arriba y abajo, de forma pausada, por toda la zona que vayas a masajear.
Es importante manejar los tiempos correctamente: es muy sencillo que las manos vayan al pan, pero procura evitar llegar a las zonas más erógenas de buenas a primeras. Si vas a masajear los glúteos o te acercas peligrosamente a la ingles, evita en medida de lo posible cruzar «las líneas rojas», pues puede que o bien sobresaltes a tu pareja, o bien termines el masaje mucho antes de lo que esperabas.
Una buena forma de masajear los glúteos pasa por colocar las palmas y realizar movimientos circulares. Juega con las presiones a medida que aumentes la zona masajeada, y dedica especial atención a cada una de las nalgas, focalizando tu atención de una en una para terminar con un ejercicio de relajación de presión suave en ambas a la vez.
Otra técnica muy interesante para masajear es la conocida como Shiatsu: con la persona desnuda y acostaba boca arriba, debemos comenzar a masajear por la planta de los pies, de forma circular, mientras la persona que recibe el masaje controla su respiración de forma pausada y serenada. Se debe prestar especial atención a los dedos: presionaremos con las yemas, realizando círculos. Se debe subir por el cuerpo a medida que realizamos el masaje, obviando, tal y como decíamos antes, la zona de los genitales.
Masajeando los genitales
Naturalmente, el masaje genital femenino y masculino tiene muchísimas diferencias. Demos un rápido repaso:
Masaje genital femenino
El masaje debe realizarse por todo el pubis y las ingles, buscando aumentar la excitación poco a poco acercándonos hacia el clítoris y los labios. Mediante movimientos ondulatorios, acariciaremos poco a poco la parte más externa de la vulva, aproximándonos con suavidad.
Deberemos variar la presión y el ritmo del masaje, para así evitar que este se haga monótono y baje la líbido. Una vez veamos que la excitación ha llegado a una cota suficientemente alta, empezaremos la masturbación en sí misma, mientras estimulamos el clítoris.
Masaje genital masculino
Comenzaremos acariciando las ingles y la zona testicular con cuidado. Posteriormente, acariciaremos el cuerpo del pene hacia arriba y hacia abajo. Situaremos la mano en la corona del glande y haremos un movimiento de muñeca lateral mientras subimos y bajamos. Además, iremos variando el ritmo y la intensidad de la masturbación.
Como vemos, es fundamental mantener los tiempos, para así tener un masaje erótico de calidad, maximizando de este modo la duración y la intensidad del placer.
¿Y tú, a quién quieres hacerle un buen masaje erótico? ¿O quizás prefieras un poco de sexo tántrico?
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